El tratamiento de Radiofrecuencia se realiza en sesiones de 30 a 60 minutos, dependiendo de la zona tratada. Para el rostro, el tratamiento suele ser más breve, mientras que para áreas más amplias del cuerpo se requiere más tiempo.
Los resultados son progresivos y se notan desde las primeras sesiones. La piel luce más firme, tonificada y joven, con una mejora continua en las semanas posteriores al tratamiento.